domingo, 17 de julio de 2005

La romería de San Benito y las vacas


LA ROMERÍA DE SAN BENITO es la cita anual que articula la tradicional conexión entre los ganaderos y el resto de la sociedad lagunera e insular. Esta romería ha logrado mantener los estrechos vínculos entre ganaderos y sociedad a pesar de las tensiones que se desarrollan en un territorio que se hace pequeño por momentos, ante la presión de la población por los usos del suelo. No hace falta recordarle a nadie las continuas tensiones entre el suelo rústico y el urbano, especialmente evidente en el entorno del municipio lagunero. Esa tensión se ha podido constatar en las numerosas denuncias a ganaderos por las presuntas molestias que las urbanizaciones reciben por la cercanía de sus instalaciones, que -por supuesto- estaban allí antes de que se construyeran las viviendas. Denuncias que, afortunadamente, hoy son más pretérito que presente.

En los últimos años, las mencionadas tensiones han disminuido significativamente y ambos usos del suelo coexisten más o menos en armonía. La romería de San Benito también evidencia esta mejora de la situación. Hace 25 años había dificultades para conseguir vacas para todas las carretas, sin embargo este pasado fin de semana tuvimos nada menos que 77 carretas circulando por las calles laguneras con una impresionante participación ganadera y, en particular, de la vaca del país o vaca basta. La Laguna ha constituido la base de la mayor parte de la cabaña ganadera vacuna de Tenerife y de Canarias, con más de 1.500 animales censados, sólo en vacas bastas. Si tomamos en consideración todas las vacas lecheras, alcanzaríamos la cifra de 6.000 ejemplares.
Dicha romería es la referencia no sólo de aspectos religiosos o folclóricos, sino de la buena salud de la ganadería en este municipio y, sobre todo, del esfuerzo de organizaciones como Agate, la cooperativa de La Candelaria, el Cabildo Insular de Tenerife, en particular, de la capacidad de gestión y de toma de decisiones adecuada que en un momento estratégico supo tomar el entonces responsable de Agricultura y Ganadería en la corporación, Ricardo Melchior.
Por ello, esta conexión señalada entre los ganaderos y el resto de la sociedad es enormemente sana y productiva. Asimismo, hay noticias esperanzadoras que invierten una tendencia negativa denunciada desde este espacio reiteradamente. Se están incorporando jóvenes a la actividad ganadera en esta zona. El envejecimiento de la población laboral que desarrolla la actividad agraria constituye uno de los talones de Aquiles de este sector. A pesar de ello, aún nos quedan temas por resolver para favorecer a los ganaderos de Tenerife. Está pendiente la calificación de suelo apto para uso ganadero que proteja esta actividad frente a la marea urbana que amenaza con arrasar con todo el suelo agrario.
Es importante que sepamos que no es un problema sólo de La Laguna, sino que afecta a toda la isla, incluso al resto de Canarias. Es fundamental que el ganadero o el agricultor tengan menos incertidumbre cara al futuro sobre las tierras en que desempeñan sus labores, necesitan una mayor estabilidad. Para ello también es necesario que se desarrolle el ansiado Plan Especial Ganadero.
Para terminar, sólo nos resta felicitar a los organizadores de la romería, al Ayuntamiento de La Laguna, que ha demostrado enormes dosis de sensibilidad en los últimos años con relación a los problemas y a las demandas de los ganaderos en su lucha por sobrevivir en un espacio lleno de temores e incertidumbres.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 17 de Julio 2005