domingo, 20 de noviembre de 2005

Residuos: algo más que declaraciones


ESTA SEMANA se ha desarrollado en Tenerife el II Congreso Mundial de Desarrollo Sostenible e Islas "Gestión de Recursos y Residuos", en el cual hemos asistido a un enriquecedor debate sobre la problemática de los residuos en espacios insulares repartidos por todo el mundo, desde Hawai y las islas del Caribe hasta las Azores o Canarias, pasando por Malta o Mallorca, entre otras. La información y las experiencias que hemos compartido territorios tan dispares, pero con problemas similares, debe motivarnos una reflexión urgente sobre la situación de los residuos en Tenerife.

Canarias no puede mantenerse más tiempo como una burbuja, sin movimiento, sin tomar decisiones que resultarán cruciales para las próximas generaciones, pero también para el presente más inmediato. La generación de residuos supone ya un talón de Aquiles para este territorio, que ocupa la segunda posición nacional, en relación a su superficie, en producción de residuos. Para tomar estas decisiones es necesario, imprescindible, que la sociedad participe para alcanzar el mayor consenso posible y afrontar la toma de decisiones que marcarán un camino para el futuro. El Cabildo Insular de Tenerife tiene a disposición de toda la ciudadanía el Plan Insular Territorial Especial de Ordenación de Residuos, en cuyo preámbulo aparece destacado "de cara a iniciar la participación ciudadana antes de optar por soluciones finales (...) se abre un periodo donde los ciudadanos podrán consultar el documento, exponiendo cuantas dudas o sugerencias crean convenientes". Más allá de discursos huecos o posiciones maximalistas debemos alcanzar un acuerdo que permita a esta isla sobrevivir ambientalmente y no verse colapsada por el aluvión de residuos que amenazan con rebosar nuestros vertederos.
No queremos ser reiterativos en el discurso, pero tampoco podemos minusvalorar la importancia del momento y lo crucial de la elección que finalmente realicemos con el tratamiento de los residuos. El Plan Insular de Residuos va a comprometer numerosas variables para el futuro ambiental y para la calidad de vida de los tinerfeños, sin olvidar su destacada influencia en la economía y en la buena salud de las empresas y de los diferentes sectores, con especial atención al turístico.
Hasta hace unos pocos años, sin embargo, no parecía un problema que comprometiera nuestro bienestar. Con el paso del tiempo y el desbocado crecimiento económico y poblacional que han experimentado nuestras islas, lo es, y es que durante mucho tiempo buena parte de lo que hoy llamamos y considerábamos basuras eran reutilizadas como recurso doméstico y local. Los cambios en los hábitos de consumo, la urbanización acelerada de la población y un incremento del nivel de vida de los ciudadanos han motivado un aumento también más que significativo de la entidad del problema, que hoy en día tiene una magnitud tremenda y desconocida en estas latitudes insulares.
En producción de residuos hemos alcanzado niveles europeos, no sólo en renta per cápita sino también en producción de residuos. Hemos superado los 500 kilos / persona / año en Tenerife. En este momento estamos reciclando hasta un 7 por ciento de esta cantidad, mientras en países como Dinamarca o Alemania alcanzan valores cercanos al 50 por ciento. Para reducir esta diferencia es necesario un cambio social y cultural, apoyado por una fuerte inversión pública y privada que reafirme la idea, expresada en este texto, de que se trata de una cuestión fundamental para nuestra sociedad. No podemos perder un sólo día. Hemos de alcanzar un entendimiento global que supere nuestras diferencias políticas o ideológicas en aras de buscar la mejor solución para esta isla. Nos jugamos una parte importante de nuestro futuro en esta decisión.
Con el actual sistema los números son suficientemente elocuentes: dentro de 12 años habremos colmatado el actual vertedero de Arico y en otros 12 no nos quedará espacio material para depositar las basuras. Las tres R, el reciclado, la reducción y la reutilización, continúan siendo una línea de pensamiento y acción prioritaria y preferida por esta Administración. Sin embargo, la entidad del problema rebasa ampliamente nuestra capacidad de gestionar los residuos sin tener que aplicar nuevas soluciones. Es prioritario, urgente y necesario que los tinerfeños y tinerfeñas asumamos que los residuos representan un grave problema y que no sólo es responsabilidad de la Administración pública, sino de toda la ciudadanía, desde el esfuerzo y la preocupación individual, buscar la mejor solución posible.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 20 de Noviembre 2005