VIVIMOS en un marco territorial y social en el que los
llamados efectos colaterales tienen lecturas complejas ante la situación social
y cultural de nuestra tierra. La tradicional fiesta de Reyes tiene
complicaciones no sólo en los bolsillos de las familias sino también en los
residuos que se producen relacionados con estas fiestas. Si bien en diciembre
se produce normalmente un incremento en la producción de residuos con respecto
al resto del año, no es menos cierto que nos debemos sentir satisfechos porque
parece que algo está cambiando en nuestra gente, ya que a lo largo de 2007 se
han producido menos con respecto a 2006.
Es decir, estamos logrando que los ciudadanos de Tenerife
tomen conciencia de la necesidad de reciclar, y reutilizar y parece que vamos
por el buen camino. Esa disminución de residuos es debida a la separación de
los residuos, convirtiéndose estos en recursos, como ocurre con el vidrio, el
cartón y el plástico. Por eso es bueno que nuestros vecinos, grandes y
pequeños, sigan mirando hacia los contenedores que tenemos en nuestras calles y
lean con un compromiso ambiental la problemática que genera una cultura de usar
y tirar que no sólo es insolidaria socialmente con los bolsillos peor dotados,
como es el presente caso, sino ambientalmente con el presente y futuro de esta
tierra.
Este mensaje no pretende ser pesimista, al contrario. En los
últimos años se está produciendo un incremento en la recogida selectiva de
vidrio y cartón y en menor medida de envases. Por ello, los Reyes visitan el
Complejo Medioambiental de Arico con una lectura diferente que el recorrido que
han hecho en nuestras calles y, sobre todo, con el papel cultural que hacen
hacia el mundo infantil. Tema éste de sembrar ilusiones y sueños en los niños
que nos parece muy respetable. Sin embargo, también debemos sembrar ilusiones y
compromisos de futuro en una sociedad en la que estos días el Complejo
Medioambiental de Arico recibe más residuos separados y menos residuos brutos,
como nos ocurre en la actualidad.
Es en este marco en el que estas líneas quieren dar un toque
de atención puesto que los aspectos ambientales no son sólo de este pequeño
terruño perdido en el Atlántico, sino que hemos de entenderlo en los problemas
globales y locales. Es decir, desde los acuerdos de Kioto y la cumbre de la
isla de Bali, hemos de acercarlos a lo que estos días ha ocurrido en el sur de
la península italiana, sobre todo en la ciudad de Palermo, en la que tuvo que
intervenir el ejército ya que tenían en las calles más de 100.000 toneladas de
residuos urbanos en una disputa sobre los vertederos y si ponen o no plantas de
incineración para resolver este grave problema.
Por ello, amigo lector, estas líneas quieren ser una
reflexión en voz alta en un planteamiento de solidaridad con un compromiso
ambiental en el que, como diría nuestro querido Pedro Guerra, hemos de
"contaminar" a los menores y mayores para que a lo largo de todo el
2008 continuemos en la misma línea y se reduzca lo que enviamos al Complejo
Medioambiental de Arico, y que la separación en origen y el reciclaje sea más
asumido por todos, es decir, que seamos un poco más ecologistas en 2008 de lo
que hemos hecho en 2007.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 13 de enero 2008