domingo, 27 de julio de 2008

Algo más que dinero


EL PASADO DOMINGO se celebró en San Diego la XXXII Feria de Ganado y las Tradiciones de San Benito en las instalaciones de la Casa del Ganadero; feria que ha sido recuperada en los últimos años por Agate (Agrupación de Ganaderos de Tenerife) y que es apoyada por el Ayuntamiento de La Laguna. Hemos de destacar el alto nivel de participación en el arrastre y los deportes tradicionales con la incorporación de jóvenes, la fiesta y la tradición asociada a la tierra y a la gente que la cultiva y la cuida.
Los ganaderos han cuidado con mimo y esmero sus ejemplares, con las referencias sanitarias y de control, y han presentado unos ejemplares extraordinarios de vacas del país, cabras, ovejas y perros de presa, incorporándose este año los caballos e incluyendo no sólo el arrastre sino también las tradicionales corridas de sortija.
La Feria es el mayor acto de dignificación del campo de cuantos eventos se celebran en Tenerife, siendo, sin duda, la mayor concentración de ganaderos de Canarias, con unas 500 vacas bastas y unas 700 cabras, superando con mucho a San Antonio del Monte de Garafía, en La Palma, y Pozo Negro, en Fuerteventura. La vaca basta es la referencia más destacada, ya que gracias al arrastre, a las romerías y al papel de Agate y el Cabildo se ha rescatado este noble animal al que le debemos mucho por su contribución al trabajo y a la alimentación de nuestro pueblo; vaca que estaba en vías de extinción hace unos años y que hoy, afortunadamente, hemos recuperado.
En la Feria hubo una participación de los veteranos, los iniciadores del arrastre de hace 32 años, siendo los hijos los que competían y produciéndose la participación de 17 niños, muchos de ellos nietos de los que soñaron hace 30 años. Así, se producen factores claves en la cultura agraria: la transmisión familiar de valores y aptitudes en una sociedad que ha devaluado lo rural, asociando progreso y futuro al dinero fácil y al consumo en el que el "tunning" es una referencia de vida para numerosos jóvenes y tantas otras modas consumistas son el modelo que hace de faro para alumbrar el futuro. Sin lugar a dudas este vivero agroganadero puede ser una de las referencias en eso que llamamos una sociedad que mira hacia la sostenibilidad.
En San Diego aflora no sólo el deporte y una cultura del trabajo, del sacrificio de un pueblo que ha vivido en un territorio con pocos recursos en el que el dinero no era lo más importante. La subsistencia, la familia, la amistad, se compartía; cada familia aspiraba a la autosuficiencia, la vaca y los sembrados eran subsistencia pero también eran referencia de vida y de trabajo. Hoy, la cultura del dinero es la referencia, la intermediación y las importaciones han devaluado el trabajo en el campo, los valores urbanos se han impuesto, las carreras y el culto al coche desplazan los valores agrarios rurales.
La situación de los recursos y, en particular, de los alimentos nos obliga a una lectura con pausa y reflexión de lo que aún tenemos de valores y conocimientos de los tiempos pretéritos. Es, sin duda, una apuesta por una sociedad más equilibrada entre campo y ciudad, entre el coche y el burro, entre pasado y futuro. No idealicemos el campo como la arcadia feliz, pero tampoco pongamos un coche en los altares porque mientras tengamos la necesidad de comer, el campo es necesario. Es en este campo en el que los avances tecnológicos, en los que el coche es una expresión de los mismos, es una referencia significativa. Por lo tanto, hagamos que convivan en equilibrio ambas culturas.
Quiero terminar estas líneas felicitando al colectivo de San Benito por su defensa las tradiciones y la cultura agroganadera en este largo periodo de tiempo, creando un vivero o almácigo del campo y su cultura en el corazón de Aguere.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 27 de Julio 2008