domingo, 6 de julio de 2008

El fuego y los campesinos


LA SEMANA PASADA tuvimos varios incendios fuera de los espacios habituales del fuego, es decir, en terrenos cultivados hasta hace unos años que ahora están cargados de maleza en la que conviven plantas propias de la zona con otras introducidas.
La vegetación ésta sometida a los problemas de la sequía, lo que incrementa los combustibles producidos tras numerosos años sin actividad agroganadera en esas zonas. En consecuencia, tenemos espacios con alto riesgo de incendio en zonas próximas a la población en las que ahora carecemos de cuidados -antaño sí se limpiaban los entornos-, seguimiento y, en consecuencia, de una valoración de riesgos para la población que se encuentra en esta zona de influencia.
El último viernes de junio tuvimos un conato en las proximidades del casco urbano de Los Silos, en la finca conocida como La Mariana, situada entre la carretera general del Norte y el acantilado que separa la Isla Baja de la Tierra del Trigo. El fuego rodeó varias viviendas y alcanzó algunos frutales, quemando palmeras canarias y cañaverales. Gracias a los efectivos de las brigadas forestales del Cabildo, bomberos del Parque de Icod, Policía Local, Guardia Civil y Voluntarios pudimos controlar el conato sin que fuera a más.
Este episodio coincide con la mayoría de los conatos que hemos tenido en el último año. Es decir, los comienzos de los incendios están relacionados con vegetación que ha crecido en terrenos cultivados hasta hace unos años y que ahora están abandonados; terrenos en los que no hay gestión alguna, ya que la actividad agroganadera ha desaparecido. Así, por ejemplo, en la isla baja en Tenerife teníamos en los años 50 más de 2.500 vacas y hoy no alcanzamos las 100.
De esta forma, la vegetación de ocupación se acumula sin ningún tipo de actividad humana, siendo un combustible de gran capacidad para la propagación del fuego, sobre todo cuando llega el verano. En este sentido, nos encontramos con un marco legal absurdo que no reconoce gran parte de la situación en la que se encuentra nuestro territorio y en el que los usos del mismo han cambiado, y el término "bosque potencial" es una barrera más para limpiar dichas fincas.
La agricultura ha dejado de ser la principal razón económica en la gestión del suelo rústico y, por si fuera poco, hemos establecido una serie de categorías de protección sin contraprestaciones presupuestarias que aún agrava más la situación. Por otra parte, los ayuntamientos, quitando honrosas excepciones, apenas toman medidas para obligar a los propietarios de fincas abandonadas al laboreo elemental que evite riesgos como lo ocurrido en la finca de La Mariana, en el camino de La Hornada (Tacoronte) o en Valle Crispín (Santa Cruz) y en tantos otros puntos en los que hemos tenido conatos estos días.
Mientras tanto, los técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma continúan aplicando sobre amplios espacios sin actividad agraria teorías de protección alejadas de la realidad, denominándolos "suelo de vocación forestal" sin ningún estímulo para los agricultores que quieran limpiarlos o penalización para aquellos que los tengan en mal estado de conservación y que se conforman como un riesgo para la población, en unos casos, y para el medio ambiente de la Isla, en otros. Todo ello con unos costes económicos para la administración por la mala gestión que hacen los propietarios de las fincas abandonadas.
Necesitamos medidas urgentes que obliguen a los propietarios de fincas en suelo rústico a la conservación de las mismas, sin combustible en los veranos. En caso contrario, desde las Administraciones tendremos que hacernos cargo de la limpieza, cargando los costes de manera subsidiaria a los propietarios. De cualquier manera, el gestor más económico del suelo rústico es el campesino, que gestiona el territorio a coste cero para la Administración. De ahí que el Medio Ambiente y la agricultura sean en parte una misma cosa. Demos, por tanto, más facilidad a los que cultivan la tierra.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 6 de Julio 2008