ESTE AÑO, el equipo de Radio Club Tenerife ha tenido la
buena idea de entregar su ya tradicional galardón de los Teides de Oro a un
sector que históricamente ha estado marginado en Canarias, pues hablar de
agricultura, ganadería o de psiquiatría ha sido un mundo que en la modernidad
del mal llamado progreso se había asociado con el pasado, con la pobreza y con
lo marginal.
Hemos tenido la suerte de encontrar un premio dedicado a un
espacio y una cultura que lamentablemente esta sociedad ha tenido en la
marginación, olvidando la labor social y estratégica del campo y los campesinos
en la articulación del territorio. Por ello, todo lo que implica dignificar y
reconocer a los hombres y mujeres del campo, unido con la labor cultural de un
humanista comprometido con la tierra y su gente, pone en primer plano algo que
coyunturalmente hemos olvidado a lo largo de los últimos años.
La modernidad la teníamos en otro sitio. Así, por ejemplo,
los centros de psiquiatría eran una especie de cárcel o lugar del que nadie
quería hablar y del que nadie, cuando se salía, quería hacer referencia. Es en
este marco donde el doctor Carlos Pinto Grote ha hecho una labor importante que
se une a los nuevos planteamientos de la psiquiatría en cuanto a un tema de
salud y de los mal llamados manicomios abiertos, en el amplio sentido de la
palabra, en el que vemos los temas de la salud mental como una enfermedad más y
no como algo alejado a lo que no queríamos acercarnos, con una sociedad que se
quería olvidar de los que desgraciadamente estaban en estos centros. En muchos
casos, se ha asociado la locura para marginar a personas que molestaban,
alejándolos de la sociedad civil.
Carlos Pinto ha sido un intelectual comprometido con una
poesía, con una literatura vinculada a los problemas sociales. Por ello, su
mundo de relaciones con poetas comprometidos como Pedro Lezcano o Agustín
Millares u otros muchos nos pone de manifiesto el compromiso social y político
de Carlos en su dilatada trayectoria; de compromiso con la cultura en Canarias
de un gran humanista que es Premio Canarias.
Por otra parte, que nos sitúen a los ganaderos con el Teide
de Oro es un salto cualitativo en nuestra cultura, puesto que hasta que Pedro
Molina comenzó a pasear las vacas con las carretas en las fiestas o a hacer las
competiciones del arrastre de ganado en numerosos puntos de las islas, había
una filosofía para urbanizar el campo en la que la cultura urbana de los chalet
en el medio rural lo primero que hacía era denunciar un establo de vacas por
las moscas o supuestos malos olores detectados por las finas pituitarias
producidas en nuestras ciudades.
Agate revaloriza y defiende el papel social de los
ganaderos. Esa labor de Agate, con Pedro Molina al frente, es potenciada en los
últimos años ante una coyuntura nueva en la salud y las carencias o problemas
en el abastecimiento de alimentos, como la fiebre aviar, las vacas locas o la
carne de cerdo contaminada de Irlanda y a los que debemos incorporar los
posibles déficit en la producción de alimentos en el planeta, hace que hoy
miremos a nuestra cabaña ganadera con otros ojos, lo que pone de manifiesto la
sensibilidad que ha tenido el equipo de Radio Club Tenerife para distinguir
esta labor y un compromiso con el futuro de nuestra tierra.
Por lo que respecta a Asaga, indudablemente que en estos 30
años de historia ha hecho una labor de defensa del campo y, sobre todo, de
intentar aglutinar un sector enormemente débil, con numerosos roces internos,
en el que el papel desempeñado por Asaga ha potenciado y defendido nuestra
agricultura; más allá que el que escribe estas líneas ha tenido algunos
pequeños roces, como ocurrió con la
Ley de Aguas, en la que en todo momento entendemos que para
que haya agricultura no sólo necesitamos personas que cojan el sacho sino
también que hagan de "lobby" ante las distintas administraciones para
defender al sector primario ante las multinacionales y los numerosos intereses
encontrados que siguen maltratando a nuestros agricultores y ganaderos. Por
ello, hay que destacar la labor de Asaga en las tres últimas décadas, así como
la de otras organizaciones agrarias que han tenido menor implantación en estas
islas.
Hemos sembrado y cultivado algo en este largo camino que
parece que hoy nuestra sociedad empieza a valorar como es la recuperación del
campo, más allá de esos PIB de los que nos tienen acostumbrados a hablar para
marginarnos aquellos que dicen saber de economía. Por todo ello, quiero
felicitar a todos los premiados y agradecer a Radio Club Tenerife en el
veinticinco aniversario de sus Teides de Oro el que haya mirado para un sector
que en la historia reciente de las Islas ha estado en la más absoluta
marginación.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 14 de Diciembre 2008