domingo, 28 de diciembre de 2008

Un buen día de mal tiempo


EN EL LENGUAJE cotidiano llamamos buen tiempo al sol y a la carencia de lluvia. La economía manda y tanto el turismo como las demandas de nuestra población, altamente "urbanícola", así lo requieren. Sin embargo, el 24 de diciembre, la naturaleza nos dejó un número de lotería altamente valorado en el sentido amplio de la palabra, no sólo por nuestros campesinos, sino por lo que significa para nuestros árboles y, de alguna manera, para los manantiales que siguen fluyendo un volumen importante de agua de los que demanda esta Isla.

Es en este marco en el que hemos de felicitar a nuestra naturaleza porque después de un año de los más duros de sequía desde 1948, en este 24 de diciembre las lluvias mojaron relativamente bien gran parte de la piel del sotavento tinerfeño, pues ya con anterioridad, desde octubre, había llovido en la vertiente norte desde Anaga hasta Teno.
Por todo ello, lo ocurrido el día 24 fue enormemente afortunado para el espacio que tenemos entre Añaza y Valle Tamaimo. Valgan como referencia algunos datos. En Chimaje, a la altura de la carretera general del sur, cayeron 110 litros por metro cuadrado; en Vilaflor, 45 litros, en Las Galletas, 15, y en La Camella, 30 litros. Si tenemos en cuenta que las lluvias caídas a lo largo del año, de enero a diciembre de 2008, es decir, hasta el día 24, en Archifira habían sido sólo de 71 litros, en Cho Blas 69, en Chajaña 79 y en La Majada de El Río 73 y en la zona más húmeda del barlovento tinerfeño, es decir, en Aguamansa (La Orotava), habían caído sólo 419 litros a lo largo de estos 12 meses -mientras la media se aproxima a los 1.000 litros por metro cuadrado-, debemos estar medianamente satisfechos. Es más, en Vilaflor, a lo largo de todo el año, sólo habían caído 69,5 litros. Por lo tanto, este buen tiempo para el campo, los campesinos y la naturaleza, que le dejó algunas molestias a los transeúntes por la piel insular es la mejor noticia del año desde el punto de vista medioambiental.
Es bueno que en nuestra cultura, más allá de las preocupaciones que tenemos por la crisis económica, no olvidemos que la madre naturaleza demanda días como el pasado 24 de diciembre. Así, teníamos condiciones muy duras para nuestros bosques y nuestros agricultores, que en casos como Vilaflor estaban regando con agua de alta salinidad y de precios prohibitivos para la agricultura (más de 0,36 euros la pipa); sin que nos olvidemos de que en años con comportamientos pluviométricos como el que acaba el próximo miércoles nuestra gente tenía que emigrar huyendo del hambre en una Isla en la que apenas podíamos conseguir cosechas.
Por ello, en estas fechas y más allá de las lecturas de las Navidades, hemos de decir que la naturaleza se ha portado bien con nosotros, aunque nos haya creado algunas molestias en las playas y calles. Es en este marco en el que queremos insistir en que la cultura y la lectura que hacemos de las cosas es enormemente a corto plazo, y que el año seguramente ha sido malo no sólo en el plano económico, con los problemas que todos conocemos, sino que ha sido muy malo en el plano meteorológico, aunque otros muchos lo llaman buen tiempo.
Por supuesto, también hay que tener en cuenta cuando descorchamos una botella de vino en las Navidades si es de los que limpian, azufran, podan y cavan la viña en esta tierra y miran para la naturaleza; o por el contrario, son de otras latitudes, que dejan de ser solidarios con el medio ambiente de aquí y con los que lo cuidan en estas difíciles condiciones el paisaje. En ese mismo sentido, hay que mirar si compramos papas de Egipto o las de nuestros agricultores, que bajo esas condiciones de sequía y precios del agua las cultivan en los jables de Vilaflor
Por lo tanto, hay que ser más humildes a la hora de valorar no sólo la meteorología, sino a la hora de abrir el grifo, tirar de la cisterna o incluso en la jardinería y, como no, en cómo hablamos de nuestra naturaleza y nuestros montes, temas que son claves a la hora de tener ciudadanos más comprometidos con el medio ambiente.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 28 de Diciembre 2009