domingo, 25 de febrero de 2007

La Casa del Ganadero


EL PASADO SÁBADO se inauguró en el Camino de San Diego una instalación pionera en Canarias, un lugar de encuentro para actividades culturales y deportivas dirigido a un sector tradicionalmente marginado en la historia económica y social de las Islas; hablamos de los llamados ciclos económicos que van desde la caña de azúcar hasta la industria del turismo.

En muy pocas ocasiones se le han dedicado unas letras a los aspectos tradicionales de la alimentación de la gente de nuestras islas donde la ganadería ha sido clave, por ello, la instalación inaugurada el pasado fin de semana es un punto de encuentro, de dignificación de un sector merecedor de un reconocimiento histórico que revalorice en lo social y en lo económico una actividad que hasta hace unos años no existía en las estadísticas ni en ningún otro registro de datos económicos del Archipiélago. Sin embargo, hoy al igual que ayer, la ganadería no solo produce alimentos frescos, sino que juega un papel estratégico en la alimentación de nuestro pueblo, generando incluso más beneficios que otros sectores importantes para nosotros, como pueden ser los plátanos y los tomates.
La Casa del Ganadero tiene que contribuir a que tengamos un mayor respeto al campo y a su gente, y el que decida vivir en el entorno rural no pueda hacer uso de la cinta métrica y de un marco legal anacrónico para alejar vacas, cochinos y gallinas a varios kilómetros de su residencial porque su pituitaria tiene propiedades olfativas más delicadas que las de los santanderinos u holandeses que viven rodeados de ganado, o porque el gallo cante a las cuatro de la madrugada y le altere el sueño.
La casa y la finca en la que se enclava este centro de actividades es también el fruto de la voluntad y el trabajo de personas como Pedro Molina y Ricardo Melchior, que llevan mucho tiempo en el empeño de mejorar la vida del sector y de las familias que en él trabajan. Instalaciones que serán con toda seguridad un enclave de dinamización en cuanto a deportes autóctonos se refiere. Arrastre, ferias de agricultura y ganado incluido el caballar, juegos de escolares en los que hay una participación importante, degustación de productos frescos de nuestro agro, etc., encontrarán aquí un espacio con unas instalaciones adecuadas que les garantice un futuro a muy largo plazo, especialmente a la Feria Ganadera de San Benito, que cumplió este año su treinta aniversario.
La Casa del Ganadero será con toda seguridad un faro que alumbrará el camino que debe de seguir nuestra ganadería, pero también debe de ser un lugar de debate e ideas de donde partan iniciativas para mejorar y simplificar una mareante burocracia en cuanto a legislación del sector se refiere.
Aquí también el Plan Territorial Ganadero debe de informar y asesorar para sembrar una ilusión de futuro con el campo y los campesinos y que despierte un compromiso social y ambiental con los urbanitas que utilizan el campo como un mero lugar de residencia, viviendo de espaldas al mismo.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 25 de Febrero 2007