MÁS ALLÁ DE COYUNTURAS POLÍTICAS o electorales, vinculadas
al próximo 27 de mayo, hemos de plantear que la isla va dando pequeños -o
grandes- pasos que suponen un cambio a mejor en algunos aspectos fundamentales
de nuestra sociedad. En este caso, nos referimos a la necesaria conversión de
los residuos en recursos. Para lograr un hecho tan crucial tuvimos que proceder
a la puesta en servicio de la primera planta Todo en Uno, en el Complejo
Ambiental de Arico.
Esta planta de tratamiento de residuos puede llegar a tratar
hasta 35 toneladas/hora, de las casi 2.000 que llegan a diario y ha costado
algo más de 8 millones de euros. Asimismo, se suma a la ya existente planta de
envases que lleva funcionando a pleno rendimiento desde hace un par de años. A
estas dos se añadirá en breve una tercera que entrará en marcha a finales del
verano. Con toda seguridad, cuando estén las tres en funcionamiento llegaremos
a procesar más de 200.000 Tms de las casi 600.000 que llegan a Arico cada año.
De esta manera, cantidades ingentes de bricks, plásticos, férricos, materia
orgánica, etc., dejarán de ser residuos y pasarán a convertirse en recursos
útiles y provechosos, dejando así de ser sepultados bajo tierra en una
gigantesca celda. No obstante, hay que insistir en la necesidad de mejorar la
separación de los diferentes tipos de residuos en casa, donde aún nos queda un
largo camino por recorrer.
Sin falsos triunfalismos, Tenerife comienza a andar por un
sendero más recto y mejor, de esos que ahora denominamos europeo. En este
sentido, aún es más importante que cada día pasan por Arico, cientos de niños y
niñas que comienzan a mentalizarse de la necesidad de un cambio de actitud en
la vida diaria y cotidiana de las familias tinerfeñas en aras de lograr una
mejor protección del medio ambiente. Un comportamiento cívico es el único
camino básico para poder aspirar a un futuro viable y sostenible en esta
pequeña isla superpoblada.
Otro factor fundamental de esta ambiciosa apuesta es el
representado por el suelo industrial puesto a disposición de las iniciativas
empresariales que apuesten por rentabilizar los residuos. Así, en unos meses,
se comenzarán a instalar empresas vinculadas a este sector que aprovecharán las
ventajas fiscales y la infraestructura que ha creado en estos años el Cabildo
Insular de Tenerife, con lo que se generará un foco de riqueza y empleo
asociado hasta lo que hace unos años no considerábamos más que basura. De un
basurero denostado, malos olores y moscas hemos pasado a un conjunto de
modernas infraestructuras del siglo XXI, que genera recursos y puestos de
trabajo.
En este nuevo marco que hemos construido entre todos es
justo y necesario hacer una felicitación general a todos los ariqueros por el
compromiso que han demostrado en estos años a favor del medio ambiente de
Tenerife y, en especial, a su corporación liderada por un alcalde que ha mirado
por encima del corto plazo y ha luchado por defender su territorio a la vez que
contribuía a crear una alternativa de riqueza para el municipio en el medio y
largo plazo. Por todo ello, el 26 de abril no fue un día cualquiera para la
dinámica ambiental de este territorio sino que, al contrario, supone un punto
de inflexión para el futuro del tratamiento de los residuos en Tenerife. Sin
embargo, por importante que sean este tipo de inversiones e infraestructura lo
más importante continua siendo la actitud diaria de nuestra gente, de las
familias, de las empresas y, en definitiva, de la concienciación de toda la
sociedad insular de la necesidad de esforzarnos por convertir los residuos en
recursos, por nuestro medio ambiente, por nuestra isla, por nuestro propio
bien.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 6 de Mayo 2007