domingo, 30 de diciembre de 2007

Labrar las tierras balutas


LA COYUNTURA del último incendio nos sitúa en una lectura de lo que hasta ahora se ha ignorado sobre las tierras antaño cultivadas y hoy abandonadas; tema éste para el que no se ha legislado en la comunidad canaria, puesto que hasta el presente se ha visto como algo positivo el que la masa forestal gane terreno sobre los suelos que fueron cultivados. Sin embargo, la vegetación que prolifera en una primera etapa sobre las tierras que en origen eran forestales y que fueron posteriormente labradas por el hombre tiene ahora una gran capacidad para la propagación del fuego, sobre todo, al final de los secos veranos en Canarias, como nos ocurre con las zarzas, helecheras, espinos, etc.

Por ello, hasta que se elabore un nuevo marco legal que trate estos problemas ambientales y agrarios en el que se delimiten responsabilidades sobre las tierras antaño cultivadas y que hoy son los centros más idóneos para la propagación de los incendios, tendremos que establecer en un corto plazo una serie de criterios con los ayuntamientos respectivos y los propietarios de las fincas para buscar alternativas que nos permitan que los peligros de los incendios no estén básicamente en las tierras ahora balutas y en otras épocas de pansembrar. Así, estamos celebrando reuniones con agricultores y ayuntamientos para plantear el labrar dichas tierras y conseguir una mayor participación de los propietarios de las mismas en el mantenimiento de éstas con cultivos y, en consecuencia, que el próximo verano no tengamos una amplia superficie de matorrales como centros propagadores del fuego.
De esta forma, ya nos hemos reunido en Icod El Alto con los agricultores y representantes del ayuntamiento de Los Realejos con el objetivo de labrar las tierras de la conflictiva zona de Los Campeches, esperando que sea posible sembrar y plantar en esta zona cereales y frutales. En esta misma situación, el pasado jueves nos reunimos con vecinos de San Juan de la Rambla y Tierras de Mesa y la zona de La Tahona para hacer algo semejante, y con anterioridad lo hicimos en Erjos con agricultores de la zona alta de El Tanque y Los Silos, mientras que en la zona de Masca se han realizado trabajos similares. Además, estamos participando con cuadrillas de Medio Ambiente del Cabildo en la limpieza de zonas quemadas, esperando que ahora se puedan sembrar. Del mismo modo, estamos pendientes de reunirnos con agricultores y los ayuntamientos de Santiago del Teide, La Guancha, Icod de los Vinos y Garachico para la participación en la limpieza y posible siembra, todo con el objetivo de recuperar nuestra agricultura y prevenir, en la medida de lo posible, los incendios.
Es en este contexto en el que entendemos que el trabajo que realiza la cooperativa La Candelaria, con la fabricación de gofio y pan con trigo de producción local en el mundo de los transgénicos, es una apuesta en el plano económico y social para dar posibilidades a las futuras cosechas que obtengamos en la zona. Y es en este mismo marco, donde el precio de las papas bonitas o papas de color contribuyen a animar a nuestros agricultores a sembrar y cultivar, sin que nos olvidemos de la coyuntura internacional y de los precios de los alimentos con la revalorización de las producciones locales. Y es aquí donde las áreas de Agricultura y Medio Ambiente se dan la mano una vez más, y junto a los ayuntamientos y agricultores nos implicaremos en el plano económico y burocrático para que, aprovechando las importantes lluvias de diciembre, podamos labrar y sembrar amplias superficies del oeste tinerfeño.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 30 de Diciembre 2007