domingo, 16 de noviembre de 2008

Lanzarote: sueños, paisajes, cemento y ordenadores


EL PASADO domingo participé en la inauguración del Festival Internacional de Medio Ambiente de Lanzarote, un encuentro multidisciplinar en torno a la cultura y el medio ambiente. Intervino en la conferencia inaugural, una intelectual y activista, Vandana Shiva, que en 1993 recibió el Premio Nobel Alternativo, impartiendo una conferencia cargada de vivencias y reflexiones sobre el mundo rural, la naturaleza, la vida, las semillas, lo pequeño, la familia, el feminismo, la globalización, las multinacionales, los monopolios de los alimentos, de las ideas y del pensamiento. En una palabra, se puede ser más libre con menos cosas, pero con más sacrificio, compromiso y trabajo.

Vandana Shiva puso numerosos ejemplos de los campesinos de su tierra, en la lucha contra las semillas alteradas genéticamente, los rendimientos y las dependencias posteriores de semillas y pesticidas compradas a las multinacionales.
Hizo algunas lecturas para reflexionar, ante un público entusiasta y un escenario como la iglesia de Santo Domingo, de Teguise, donde no había un solo feligrés que coja o encabe un sacho; el entorno no podía ser más surrealista, pues la iglesia tenía una exposición sobre cometas del artista Pepe Dámaso con un colorido propio de dicho intelectual.
LANGAIA, como festival medioambiental de Lanzarote, debe hacer una lectura del paisaje, la cultura y la economía de la Isla, tierra que bautizó Vandana Shiva como el desierto más colorido que conocía por su breve recorrido por los campos cultivados por los campesinos conejeros. Campos cargados de dificultades ambientales y económicas en que numerosos zonas de jables, antaño cubiertas de suelos labrados, cultivados de batatas, tomates, sandías, etc., ahora están cubiertas de aulaga y abandono.
Por otro lado, la zona de enarenados y cultivos de cebollas están, en muchos casos, esperando por el rofe o picón que barrió la tormenta tropical "Delta" hace dos años y parece que este año la institución insular no tiene el tradicional semillero de cebollino. El campo y la sabia cultura rural de los conejeros, que lograban conseguir cosecha con las lluvias propias de un desierto que supo integrar sabiamente Vandana Shiva en una referencia a la cultura y la sabiduría de los pueblos, transmitida por los abuelos, se ha devaluado y nuestros jóvenes apenas tienen referencia de estos.
La nueva religión de la tecnología está destruyendo importantes herramientas para mirar hacia el futuro. Los niños de hoy apenas conectan con los abuelos y su instrucción y sueños vienen del mundo que criticó duramente la intelectual indostánica en el marco maravilloso de la iglesia de Santo Domingo, de Teguise; en una Isla que tiene más de 10.000 parados, donde el campo y el medio ambiente tienen que ser mucho más que abstracciones intelectuales que tenemos que conectar con la sabiduría de los abuelos, hoy marginados, ya que no sólo importamos alimentos, sino, lo que es peor, ideas y modas de los otros, como bien planteó Vandana en su discurso contra la globalización que empobrece pueblos e ideas. Aún estamos a tiempo de rescatar un patrimonio cultural enterrado entre cemento y ordenadores.
Espero que el próximo encuentro ambiental de Lanzarote incorpore un patrimonio intelectual y una sabiduría agroambiental de extraordinario valor de unos hombres y mujeres que saben cómo hacer útil el salado jable que entra por la playa de Famara y que distribuye el alisio por media Isla, y de los agricultores que saben domesticar para cultivar sobre el mismo, o bien el papel de rofe y los cultivos. No digamos los logros conseguidos con las semillas al incorporarlas al clima de la Isla, plantas de demandas hídricas y térmicas muy distintas de las condiciones de Lanzarote.
La conferencia de Vandana sobre ideas y recursos sobre la diversidad frente al miedo, el valor de lo pequeño, de lo local frente a la globalización, o lo que llamó "la dictadura de Wall Street", que no da seguridad, no presenta las parábolas de Jesús cuando habla del buen sembrador, cuando la semilla cae sobre piedras y cuando cae sobre tierra fértil. Me temo que las palabras de Vandana Shiva y otras muchas ideas que pueden sembrar ilusión y futuro continúan cayendo sobre un malpaís.
Los tiempos deben obligarnos a una lectura con cariño y respeto del pasado, de lo pequeño, de lo local. El tiempo de crisis también puede ser el tiempo de oportunidades, en el que la creatividad, el trabajo y el compromiso pueden ser la base del futuro; en la que el conocimiento local ha sido erosionado por las modas y los alimentos de importación; en el que a las crisis ambiental, económica y social hemos de darle alternativas en lo que Vandana Shiva llama tiempo de crisis como tiempo de oportunidades.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 16 de Noviembre 2008