EL PREMIO Batefuego 2008 a la mejor labor de extinción
de incendios forestales concedido a la Brifor del Cabildo de Tenerife debe ser un motivo
de alegría y orgullo para todos los tinerfeños y, en especial, para todo el
personal que trabaja en el área de Medio Ambiente de la Corporación insular.
No es nada corriente que desde la
Península se reconozca el trabajo realizado en un territorio
alejado, poco conocido y en el que se considera que la importancia forestal es
relativamente pequeña.
Los premios Batefuego de Oro son el reconocimiento nacional
más importante al trabajo de prevención, extinción, investigación, divulgación
y educación sobre incendios forestales. Son otorgados desde 2002 por la Asociación para la Promoción de Actividades
Socioculturales en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio
de Educación Cultura y Deporte, Asociación Española de Municipios y Provincia
(FEMP), colegios profesionales, escuelas técnicas y empresas del sector
forestal.
Tuve la suerte de recoger el premio en el Palacio de La Magdalena , en Santander,
en nombre de todos los tinerfeños en una ceremonia presidida por el presidente
de la comunidad autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y en el que
también estuvieron presentes los representantes de los Ministerios de Medio
Ambiente y Educación, Cultura y Deportes, así como de la Asociación Española
de Municipios y Provincias.
Este premio está dedicado a nuestra gente, en particular a
los equipos humanos que trabajan en Medio Ambiente. Debemos sentirnos orgullosos
de que hacemos las cosas bien. Este artículo debe servir también para la
revalorización de los "tiznados" de Tenerife, como cariñosamente los
denomino, principalmente de las Brigadas Forestales, que han hecho que en este
año se hayan controlado 34 conatos y sólo hayamos tenido un incendio -con 11
hectáreas- gracias a su eficiencia y rápida intervención.
También debe servir de reconocimiento al personal de Medio
Ambiente del Cabildo que ha llevado los asuntos de mejora de los equipamientos
forestales y la formación del personal. En ese sentido, me gustaría resaltar
que desde el Cabildo no se han escatimado esfuerzos para la preparación de
nuestra gente, algo que repercute directamente en las labores de prevención y
extinción de incendios forestales.
Lo que se reconoció en Santander a las Brigadas Forestales
del Cabildo fue un nivel de preparación, de eficiencia, y lo que es más
importante, se está asumiendo que el factor humano es clave en los incendios
forestales. Hasta ahora se había priorizado en los elementos mecánicos, tanto
de tierra como del aire, pero debemos insistir en la figura del hombre como
principal elemento en la lucha contra el fuego. La figura del premio Batefuego
2008 parece algo del Neolítico, con un hombre apagando el fuego con una rama, y
debe invitarnos a una reflexión y a mirar hacia el factor humano como principal
elemento en la lucha contra los incendios. Claro que un incendio de grandes
dimensiones no se apaga con ramas, pero sí con una cultura de prevención y con
las personas que, como la figura del Batefuego, están conectadas con el campo,
con el medio ambiente y con su entorno.
En la isla de Tenerife se ha hecho un buen trabajo de
prevención en cuanto a los incendios. Durante este año hemos tenido más de
1.600 quemas de rastrojos a petición de los agricultores. Este tema de
comunicación entre los campesinos y el personal de Medio Ambiente es un salto
cualitativo impensable hace unos años, y hoy en día casi nadie hace una quema
sin contar con el personal de Medio Ambiente.
Por lo tanto, estamos logrando un cambio en la cultura de
nuestra gente y seguiremos trabajando en ese mismo sentido. Hemos de desterrar
la autocrítica y quitarnos los complejos de que aquí, en nuestra tierra, se
hacen las cosas mal y que lo de fuera es lo mejor. Este Batefuego es un premio
a la prevención y a la gente que vive y convive con el campo y su cultura. Es
un trabajo merecido por nuestros equipos, por los "tiznados" y por el
personal técnico y administrativo de Medio Ambiente del Cabildo, ya que entre
todos hemos conseguido una mejora importante en nuestras relaciones con el
mundo rural. Lejos de relajarnos, este premio debe de servir de acicate para
todos lo que trabajamos por el Medio Ambiente para afrontar con decisión el
trabajo que nos queda por delante.
Afortunadamente, estimamos que dichos versos no son
atentatorios contra nada ni contra nadie.
Pero la prensa canariona y sus perversos secuaces en
Tenerife, que bregan a diario contra la gente de la isla y contra nosotros,
porque nos hemos constituido en defensores de Tenerife y de sus habitantes, es
de una indignidad profesional máxima. Hasta el punto de que uno de estos de
quienes hablamos se ha enriquecido y se ha hecho multimillonario sin ser
responsable de empresa alguna; otro insulta a diario desde una emisora por en cargo
de Las Palmas y de un partido que tiene allí su sede principal en las Islas, y
un tercero es un capitán Ara ña que engañó a los compañeros em bar cándolos
en una aventura profesional que ahora los ha dejado en el pa ro, eso sí,
él se ha asegurado un buen puesto en otro sitio desde el que "apes ta"
contra la isla de Tenerife y se sienta con los colegas en mesa y man tel
sin importarle el estigma que tiene encima.
La prensa canariona, como decimos, está alborozada de nuevo
porque, después del silencio que le habían im pues to nuestras
razones y derechos a través de una queja, un recurso de am paro, una
querella criminal en fase de conciliación y diversas demandas de ca rácter
penal, civil y mercantil, ha en contrado motivo para ese alborozo y el
alboroto en esta actuación fiscal. Así sale de la resaca para empezar una nue va
orgía. Y todo ello a pesar de la ayuda que prestamos en esta Casa a nuestros
semejantes, las infortunadas criaturas de Dios, sean del color que sean.
Veremos a dónde le conduce a esta prensa su nueva borrachera
de odio y de envidia.
Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 30 de Noviembre 2008