domingo, 29 de octubre de 2006

Arafo, un oasis en el sotavento insular


ESTA SEMANA el Cabildo de Tenerife le ha entregado la Medalla de Oro de la Isla al Casino Unión y Progreso de Arafo.
Arafo no fue sólo un oasis de cultivos y alumbramientos de agua en el seco sotavento insular, sino que fue un vivero en el que germinaron numerosas semillas de compromiso social y democrático.

Este municipio, junto a San Miguel y Fasnia, ha sido de los pueblos del Sur de Tenerife en los que ha habido mayor actividad cultural a diferencia de otras zonas de nuestra geografía insular. En consecuencia este Casino arafero ha sido un oasis vivo, sobre todo, en la época predemocrática en que se realizaban diversas actividades culturales, sociales e incluso, políticas, ya que entonces no era fácil encontrar un espacio para el desarrollo de las mismas, tanto en el sotavento como en barlovento insular. Por eso, este merecido reconocimiento del Cabildo tenemos que situarlo en un Arafo más solidario, con una riqueza mejor repartida al igual que San Miguel y Fasnia. Por ello, no es extraño que el número de estudiantes universitarios, la agricultura y una serie de elementos de desarrollo económico y social, hayan sido más dinámicos que en otros municipios en los que la tierra estaba en pocas manos.
Arafo desde los manantiales de Añavingo hasta la perforación de galerías a comienzos del siglo XX, fue un oasis económico y cultural. Así, en los años 40, los caudales hídricos de este pueblo y el de Candelaria atendieron las necesidades de las personas y de la agricultura desde Valle Guerra a Punta del Hidalgo, llegando también a La Laguna y Santa Cruz a través de los canales de Araca y Río Portezuelo. Posteriormente, se incorporaron los canales de Araya y Güímar-Santa Cruz.
Es así como este pueblo en los años setenta, no sólo tenía una agricultura próspera por su abundancia de agua y un compromiso intelectual digno de elogios, sino que las galerías de: Piedra Cumplida, Agrícola de Arafo, Amance, La Saleta, Añavingo y Risco Azul, aportaban más de 1.800 pipas hora al servicio de gran parte de la Isla.
Precisamente en este Arafo rico y próspero, sus mujeres y hombres, no sólo se interesaban por el mundo de la música, sino que tenían una participación activa en la vida política y social del momento. No es casual que aquí hayamos tenido debates encuentros y seminarios relativos a temas sociopolíticos y económicos del futuro de las islas y del resto del mundo en plena etapa del franquismo. Entre ellos, recuerdo un acto con Ramón Tamames y otros intelectuales, celebrado cuando las islas vivían y sufrían la falta de democracia.
Es aquí donde creemos que el Cabildo ha hecho justicia en otorgar la Medalla de la Isla por los 100 años de vida del Casino Unión y Progreso de Arafo. Méritos ganados, sin duda alguna, por unos socios activos en la vida política y social de los araferos, siendo un referente, un modelo para los tinerfeños en general, sin olvidarnos de una directiva eficaz que ha superando muchos obstáculos, e incluso, un intento de clausura de dicha institución en plena democracia por alguien al que nunca le ha gustado el desarrollo intelectual de sus vecinos.

Wladimiro Rodríguez Brito es DOCTOR EN GEOGRAFÍA
EL DIA, 29 de Octubre 2006